En la mañana de este 19 de febrero, los empleados judiciales nos reunimos una vez más para hacer uso de una de las principales herramientas que está recuperando el valor que históricamente nunca debió perder.

En el marco de esta asamblea, cientos de judiciales discutimos no solo sobre la propuesta de recomposición salarial acercada por el gobierno provincial, sino también el panorama en general que enfrentaremos este 2024. Evidenciamos que será un año en el que buscarán someternos como sector al mayor de los desgastes con la búsqueda permanente de que la variable de ajuste seremos los que día a día le damos valor a la institución y por la cual, cada uno de nosotros, entrega cada día el máximo y mejor de nuestros esfuerzos. Aún sin recibir un sueldo que esté a la altura y en condiciones de extrema exigencia ante la falta de personal; los deterioros edilicios y lo que es peor, la indiferencia de quienes parecen haber olvidado que son nuestra patronal, La Corte.  

En el inicio de este año, valoramos lo que consideramos como positivo en términos de proceso de construcción colectiva por lo sucedido a fin del año pasado. Donde, contra todo pronóstico y el intento de desánimo y opresión, nos demostramos que en un proceso gradual, progresivo, serio y comprometidos, nuestro sector tiene la potencia necesaria para enfrentar solos cualquier desafío. Además, revalorizamos todas las herramientas con las que contamos como trabajadores y empezamos a creer que realmente valemos lo que demandamos.

Claramente, los procesos colectivos suponen un temor correspondido por los que nos prefieren sumisos, en silencio y controlados. Señales que no tardaron en llegar ni a fin del año pasado ni mucho menos en este 2024. 

Las mayorías decidieron que la aceptación de la propuesta era lo conveniente para este momento. Pero, y no es un dato menor, también esa mayoría eligió la opción que contempla los puntos porcentuales al básico. Algo está cambiando. Judiciales dio una clara señal y mensaje al Ejecutivo.

Tampoco es menor el dato de que seamos el único sector que optó por esta opción. Ello evidencia que estamos pensando a futuro, cada vez más concientes evaluamos el impacto que cada ofrecimiento le hace a nuestra vida laboral. Y por sobre todo, que Judiciales no acepta que su trabajo se pague en negro. 

Por su parte también la jornada dejó otro hecho importante. Todas las asambleas dejaron en claro que quieren iniciar de manera inmediata un plan de organización de lucha, que Abril será un mes fundamental para los objetivos de todos los judiciales y una oportunidad única de comenzar a ordenar la historia. Momento ideal para poner al servicio del conjunto el esfuerzo individual y recuperar el terreno perdido.

Hemos entendido que depende de cada uno de nosotros generar el movimiento que nos lleve a cumplir los objetivos. Hemos entendido que el gremio somos todos y que la discusión, en cada uno de los espacios de trabajo, es fundamental para cimentar las bases de algo sólido. La participación, la información y la transparencia serán nuestras guías.

Tenemos un mes para sumar fuerzas, organizarnos, comprometernos y convencer. Esta vez estamos ante la posibilidad de ser los protagonistas del cambio de la historia para Judiciales de Mendoza. Es una oportunidad que no podemos dejar escapar. Abril está cerca y esto recién empieza. Unite.